durante el día, cuando no llueve, se ve un ligero sol que no entibia a nadie, y en las noches sin duda un friazo, que como para no salir de la casa.
Es bastante palpable para quienes estornudan a cada rato y tienen las narices coloradas de tanto sonarse, y para los escolares como mi hija, que por la mañana sienten que en vez de aire respiran agua helada, y para todos los que sienten los pies congelados como yo, cuando me quedo frente al computador.
Se siente que los sabores amargos resurgen y las heridas se reabren.

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